PUNTOS CLAVE
- Las proteínas musculares se intercambian en respuesta tanto a la alimentación como al ejercicio y estas respuestas son determinadas por dos variables, la disponibilidad de aminoácidos y las cargas de ejercicio.
- Los niveles basales de síntesis de proteína muscular (SPM) son similares en hombres y mujeres jóvenes así como en hombres mayores. Sin embargo, las mujeres mayores parecen tener una tasa elevada de SPM.
- Los hombres y mujeres más jóvenes muestran respuestas de SPM similares a la alimentación, mientras que los hombres y mujeres mayores muestran comparativamente una respuesta disminuida de SPM, o se vuelven “resistentes” a la alimentación, al comparar con los jóvenes. Las mujeres mayores en particular tienen una respuesta reducida de SPM a la alimentación con proteína.
- Las mujeres más jóvenes no muestran diferencia en SPM durante el ciclo menstrual y muy poca diferencia en la cinética de los aminoácidos.
- A pesar de las diferencias marcadas en los niveles de testosterona, los hombres y mujeres jóvenes muestran respuestas muy similares al ejercicio de fuerza.
- Los hombres mayores tienen respuestas más fuertes de SPM al ejercicio de fuerza mientras que las mujeres mayores tienen cierta alteración en la habilidad de estimular la SPM con el ejercicio.
- La SPM se eleva con el entrenamiento de fuerza en ambos sexos y en todas las edades, pero esto no cambia el incremento inducido por la alimentación en la SPM.
- No se observan diferencias basadas en el sexo en el intercambio de proteína muscular al comparar hombres y mujeres jóvenes.
- Con el envejecimiento, los cambios en los esteroides sexuales en mujeres (como en la post-menopausia) pueden resultan en una tasa más elevada de intercambio de proteína, pero con poca respuesta a la alimentación o la contracción.
INTRODUCCIÓN
Es bien conocido que el consumo de proteínas o aminoácidos resulta en un incremento en los niveles plasmáticos de aminoácidos (hiperaminoacidemia) que estimula la síntesis de proteína muscular (SPM) y que el ejercicio de fuerza incrementa aun más la estimulación de SPM inducida por la alimentación (Breen & Phillips, 2012). Varios estímulos han sido propuestos como responsables de la estimulación de SPM inducida por la alimentación, incluyendo los cambios en el flujo sanguíneo local mediados por la insulina (Fujita et al., 2006b, 2007), y de la leucina vía estimulación del complejo 1 del objetivo de rapamicina en mamíferos (mTORC1, por sus siglas en inglés) (Crozier et al., 2005). Se han realizado muchos estudios sobre la regulación de la SPM en humanos con hombres jóvenes y diversas variables nutricionales y contráctiles. Sin embargo, una pregunta poco estudiada es si hay diferencias basadas en el sexo en la SPM en respuesta a la alimentación y la contracción muscular. Además, el papel del envejecimiento en esta área ha sido mal estudiado con muy pocos datos disponibles. Está bien documentado que las mujeres tienen menos masa muscular magra y más masa grasa que los hombres (Mingrone et al., 2001). Estas diferencias en la composición corporal se cree que son debido a las diferencias en los esteroides sexuales principalmente la testosterona. Cuando se da testosterona de forma exógena en dosis farmacológicas, promueve la construcción de músculo o anabolismo (Bhasin et al., 1996). Se cree que la testosterona ejerce su efecto anabólico a través de mecanismos post-transcripcionales que estimulan la SPM (Ferrando et al., 1998). Sin embargo, existen datos que sugieren que la testosterona puede inhibir la degradación de la proteína muscular (Ferrando et al., 1998). La administración de esteroides sexuales femeninos en roedores, reduce la SPM y esto puede inhibir el crecimiento muscular (Toth et al., 2001). Lo que no está claro, al menos en humanos, es si los esteroides masculinos o femeninos en rangos fisiológicos normales ejercen un efecto sobre el intercambio de la proteína muscular. El propósito de esta revisión es resumir el estado de nuestro conocimiento de las diferencias basadas en el sexo en el intercambio de proteína muscular en respuesta tanto a la alimentación como a la contracción.
INTERCAMBIO BASAL DE PROTEÍNA MUSCULAR
En reposo y en un estado basal de ayuno, al parecer existen pocas diferencias documentadas, si es que hay alguna, en la SPM entre hombres y mujeres jóvenes (Fujita et al., 2006a; Smith et al., 2009). Por ejemplo, Fujita y colaboradores (2006a) estudiaron 10 hombres y ocho mujeres después de un ayuno nocturno y no encontraron diferencias perceptibles en el flujo de aminoácidos, intercambio intracelular o proteólisis. Los mismos autores (Fujita et al., 2006a) tampoco observaron diferencia en la tasa de síntesis fraccional basal de proteína muscular, en concordancia con otros reportes (Smith et al., 2009). De manera interesante, y contrario a la suposición de que la testosterona puede ejercer un efecto anabólico, realmente puede haber una tasa más alta de SPM en mujeres particularmente conforme envejecen (Henderson et al., 2009; Smith et al., 2008, 2012b). Se desconoce por qué la tasa basal de SPM es más alta en mujeres mayores, pero puede ser que la menopausia esté involucrada y que la pérdida crónica de estradiol y/o progesterona permita a los andrógenos circulantes ejercer sus efectos. Estos resultados se resumen en la Figura 1.
Continúa leyendo Diferencias basadas en el sexo, el metabolismo e intercambio de proteína muscular en el envejecimiento